El magisterio es ante todo una organización sindical que exige una permanente agitación intelectual, dentro de los principios y fundamentos ideo pedagógicos científicos.
Por ello, el docente tiene la imperiosa necesidad de
demostrar un compromiso de lucha, de trabajo y la capacidad crítica. El maestro
constituye la vanguardia del magisterio, por tanto, exige de él la función de
liderazgo y la praxis gremial. ¿Cuántos docentes han perdido esta identidad,
esta inteligencia y este compromiso social?
Por la vulneración y el hostigamiento estratégico del
derecho a la estabilidad laboral y los principios pedagógicos, por parte del
Estado; más el conformismo y la actitud oportunista que demuestran muchos
docentes, conducen peligrosamente al retroceso
histórico el SUTEP.
Por eso, hoy más que nunca se requiere demostrar la línea
sindical clasista, el compromiso inquebrantable y la voluntad indesmayable para defender al
magisterio, con el estudio, preparación, consecuencia y acción. ¡Tenemos, muchísimo que hacer…!
No hay comentarios:
Publicar un comentario