“El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia es el de ser maestro de escuela…”[1]. Ser maestro no es ser instructor, un profesor, un doméstico, ni transmisor de conocimientos como se pregona en la actualidad; sino, es desempeñar un función de liderazgo, un papel de vanguardia y un rol de concientizador. Ser maestro significa ser un hombre de convicción revolucionaria.
El primer requisito para desempeñar la función de un
maestro de escuela es poseer una concepción filosófica y científica del mundo
(Leyes, Categorías y Teorías Dialécticas), es ser un investigador inagotables
en todas las ramas y facetas del saber humano: Pedagogía, Sociología,
Psicología, Filosofía, Historia, Política, Medicina, Agronomía, etc. y por
principio de su profesión debe ser conocedor profundo de su especialidad.
¿Cuántos docentes del Perú, poseen estos requisitos y
estas cualidades?, ¿Cuántos cumplen su rol protagónico?, ¿Cuántos tienen el
compromiso de defender y conducir a las masas trabajadoras? Aún queda mucho que
hablar e investigar……
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